Siento que ya no esta tu mirada,
que tu caricia circula,
por el cuerpo de otro,
que quisiera destrozar tu recuerdo.
Imposible profesarme amor año tras año,
y ahora matas al corazón,
con el dolor de tu vil engaño,
con el sabor tan viejo de la traición.
Caí de nuevo en la trampa,
desangraste el corazón que te alimentaba,
y ahora que me he quedado sin nada,
estoy inutilizado del corazón a la espalda.
Y tu, tu enredada en la hiedra,
en la nueva hiedra que te abraza,
pero a ti no te daña,
pues esa es tu esencia.